jueves, 8 de octubre de 2009

Inspiración divina.


En el siglo XIX Angelo Mariani diseño y comercializo un vino llamado Vin Mariani hecho a base de vino Bordeaux tratado con hojas de coca. El etanol del vino fungió como solvente para extraer la cocaína de las hojas de coca alterando el efecto del vino.
Este vino fue muy popular entre la realeza europea, al nivel de que el mismo Papa Leo XIII (seguramente inspirado por dios) presto su imagen para promocionar este vino-tónico que tanto le agradaba.

El éxito en Europa de Vin Mariani llevo a John S. Pemberton a desarrollar en los Estados Unidos una bebida no alcohólica, carbonatada adicionada con hojas de coca y nueces kola (que le aportaba cafeína a la bebida); hoy puedes salir a casi cualquier tienda del mundo y pedir esta bebida por su nombre mas comercial, Coca-Cola.
Sin lugar a duda hay inspiración divina.

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